El Furai es un vehículo experimental muy cercano a la competición, aunque diseñado para poder conducirse en una carretera abierta. Su motor rotativo está preparado para poder usar mezclas de alcohol de origen vegetal y gasolina. Mazda ha contado con la colaboración de varias empresas para realizar este prototipo.
Las dimensiones del Furai son similares a las de un prototipo de carreras, mide más de dos metros de anchura con una altura de la carrocería que apenas supera el metro. La futurista carrocería, de configuración cerrada y puertas de apertura vertical, ha sido objeto de un cuidadoso estudio aerodinámico con objeto de garantizar el buen comportamiento del coche a altas velocidades.
El Mazda Furai está construido sobre el chasis de un Courage C65, un coche habitual de las carreras de resistencia “American Le Mans Series” (ALMS) durante las últimas temporadas. El habitáculo de dos plazas es más amplio y cómodo que el original (monoplaza), para lo cual hubo que recolocar los componentes del accionamiento del cambio de seis velocidades. Está fabricado de un material compuesto de carbono.
El motor rotativo del Furai tiene tres rotores (el Mazda RX-8 de calle tiene dos) y desarrolla una potencia de 450 CV. Puede funcionar con etanol puro o mezclas de gasolina y etanol. En este sentido, Mazda trabaja conjuntamente con la petrolera BP en la investigación y desarrollo de combustibles renovables.
La decoración exterior del Furai se inspira en la del Mazda rotativo que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1991. Está acabado en un color gris oscuro mate con algunos detalles en rojo y naranja
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