La pandilla Castellers de Vilafranca se fundó el mes de septiembre de 1948, de la mano d’Oriol Rosell, quien en vano ser el primer capataz. Los inicios estuvieron marcados por la consecución de los primeros castillos de siete y por las estrechas relaciones con las otras pandillas del momento. Durante estos años, los capataces fueron l’Oriol Rosell (1948-1952) y Ramon Sala (1953-1955) y el color de la camisa fue el rosado, primero, y el rojo, posteriormente.
El 1956 la pandilla restó casi inactiva debido a desavenencias internas. El 1957 se reorganizó y adoptó el color verde de la camisa. Del 1957 al 1968 son años de castillos de siete y la consecución más destacada fue el cinco de siete. A partir del 1969 y hasta el 1974, la pandilla hizo un salto cualitativo muy importante y consiguió los primeros castillos de ocho: la torre de siete, el cuatro de ocho, el tres de ocho, el pilar de seis y la torre de ocho con forro. El 1972 ganó el Concurso de Castillos de Tarragona. Durante este años los capataces fueron Josep Pedrol (1957-1959), Carles Domènech (1960-1961), Joan Seta (1962-1963), el Gabi Martínez(1964-1969), Lluís Giménez (1970-1973) y el Gabi Martínez, otra vez (1974).
El 1975 la pandilla hizo un cambio importante en su estructura interna: pasó d’una dirección casi exclusiva del capataz a regirse por un equipo técnico col•legiat. El 1981 volvió a ser un año de cambios internos puesto que se decidió que los castellers no cobrarían individualmente. Esto provocó una escissió de la pandilla. Entre los años 1975 y 1982, la pandilla mantuvo los castillos de ocho, aun cuando con trabajos y trabajos. Los años 1983 y 1984 fueron unos años de recuperación y consolidación de los castillos de ocho básicos, pero el tumbo definitivo se produjo el 1985 cuando se descargó el primero cinco de ocho.
Así se abrió el camino cabe a los castillos de nuevo forrados: el 1987 la pandilla cargó los primeros tres y cuatro de nuevo con forro, y el 1989 descargó el tres por primera vez y el 1990, el cuatro. Del 1975 al 1994 el capataz fue Carles Domènech.
Entre los años 1995 y 2004 la pandilla entra en una espiral d’éxitos. Durante estos años s’consiguen los máximos hitos: descargar la torre de nuevo con forro y manillas, el pilar de siete con forro, el pilar de ocho con forro y manillas (el primero del siglo XX), el cuatro de ocho con’l aguja (el primero del siglo XX), el cuatro de nuevo con forro y l’aguja (el primero de la historia de los castillos), el cinco de nuevo con forro y el tres y cuatro de nuevo con forro simultáneos (por primer golpe y único en toda la historia castellera), y cargar la torre de ocho (primera del siglo XX), el cuatro de nuevo y el tres de manantial con forro y manillas (el primero de la historia de los castillos). Hace falta añadir que, en estos años, la pandilla ganó el Concurso de Castillos de Tarragona del 1996, 1998, 2002 y 2004.
Francesc Moreno Melilla fue el capataz del 1995 al 2003 y Lluís Esclasans lo es desde el 2004.
yo mellamo Marc domènech vila y tengo treze años empecé acer castillos al 1998 con nomas 4 años jaén ese concurso que aquí es muy famoso.
El 1956 la pandilla restó casi inactiva debido a desavenencias internas. El 1957 se reorganizó y adoptó el color verde de la camisa. Del 1957 al 1968 son años de castillos de siete y la consecución más destacada fue el cinco de siete. A partir del 1969 y hasta el 1974, la pandilla hizo un salto cualitativo muy importante y consiguió los primeros castillos de ocho: la torre de siete, el cuatro de ocho, el tres de ocho, el pilar de seis y la torre de ocho con forro. El 1972 ganó el Concurso de Castillos de Tarragona. Durante este años los capataces fueron Josep Pedrol (1957-1959), Carles Domènech (1960-1961), Joan Seta (1962-1963), el Gabi Martínez(1964-1969), Lluís Giménez (1970-1973) y el Gabi Martínez, otra vez (1974).
El 1975 la pandilla hizo un cambio importante en su estructura interna: pasó d’una dirección casi exclusiva del capataz a regirse por un equipo técnico col•legiat. El 1981 volvió a ser un año de cambios internos puesto que se decidió que los castellers no cobrarían individualmente. Esto provocó una escissió de la pandilla. Entre los años 1975 y 1982, la pandilla mantuvo los castillos de ocho, aun cuando con trabajos y trabajos. Los años 1983 y 1984 fueron unos años de recuperación y consolidación de los castillos de ocho básicos, pero el tumbo definitivo se produjo el 1985 cuando se descargó el primero cinco de ocho.
Así se abrió el camino cabe a los castillos de nuevo forrados: el 1987 la pandilla cargó los primeros tres y cuatro de nuevo con forro, y el 1989 descargó el tres por primera vez y el 1990, el cuatro. Del 1975 al 1994 el capataz fue Carles Domènech.
Entre los años 1995 y 2004 la pandilla entra en una espiral d’éxitos. Durante estos años s’consiguen los máximos hitos: descargar la torre de nuevo con forro y manillas, el pilar de siete con forro, el pilar de ocho con forro y manillas (el primero del siglo XX), el cuatro de ocho con’l aguja (el primero del siglo XX), el cuatro de nuevo con forro y l’aguja (el primero de la historia de los castillos), el cinco de nuevo con forro y el tres y cuatro de nuevo con forro simultáneos (por primer golpe y único en toda la historia castellera), y cargar la torre de ocho (primera del siglo XX), el cuatro de nuevo y el tres de manantial con forro y manillas (el primero de la historia de los castillos). Hace falta añadir que, en estos años, la pandilla ganó el Concurso de Castillos de Tarragona del 1996, 1998, 2002 y 2004.
Francesc Moreno Melilla fue el capataz del 1995 al 2003 y Lluís Esclasans lo es desde el 2004.
yo mellamo Marc domènech vila y tengo treze años empecé acer castillos al 1998 con nomas 4 años jaén ese concurso que aquí es muy famoso.
La parte más importante del castillo: la chiquillería. Ellos son los que s’ensartan arriba de todo, los que transmiten a la misma Pandilla y al público en general las emociones más fuertes justo instantes antes de coronar el castillo deseado, y los que provocan l’estallido de joya generalizado al lograr el hito marcado. Ellos son la chiquillería de los Castellers de Vilafranca : visten con orgullo y dignidad la camisa verde en Catalunya ; s’estiman la Pandilla como el que más, nos estiman y los estimamos. Porque todo y su corta edad, saben entender, valorar y traer a la práctica el que son los castillos para nosotros. Porque ellos entienden de pasiones, de rivalidades, d’orgullo, y de saber hacer el que más los gusta : castillos, torres y pilares. La chiquillería de los Castellers de Vilafranca lleva la Pandilla dentro el corazón y luchan por ella sin tregua; porque la chiquillería de los Verdes tiene mentalidad ganadora. Sirva este apartado como homenaje a toda la chiquillería que ha pasado por la Pandilla, a los que actualmente forman parte, y a los que en un futuro bien próximo sabrán qué es ser : chiquillería de los Castellers de Vilafranca.
Y m’going tono make castillos Que las salidas de la pandilla a l’extranjero han sido siempre un pozo d’anécdotas no es ningún secreto, pero que las anécdotas se produzcan antes de salir ya es otra historia. Aquí tenemos una de la última salida a Steenvoorde (Francia). Las huéspedas d’uno de los vuelos, educadas y atentas ellas, iban recibiendo el pasaje, en este caso parte de la pandilla, todo saludándolos con las formas habituales «hola» o «buenos días». Y miráis si’n eran, d’atentas, que al pasar Marc Domènec, Schuster, le dijeron «hello» viendo que no es exactamente el modelo typical spanish precisamente. Ni que decir tiene que el niño se quedó de pasta de moniato. Si no fundido por esto, los habría podido responder con toda naturalidad: «Hello, Y come from la Múnia and Y m’going tono make castillos por los puestus!».
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